Construida en el siglo XIV en el lugar que históricamente han ocupado las fortalezas de los gobernantes cordobeses, este monumento ha vivido muchos cambios. Fue levantado en 1328 por orden de Alfonso XI, pero toma su nombre de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, quiénes residieron en ella aproximadamente ocho años durante el período de la Reconquista Española. Cuando los Reyes Católicos abandonaron la ciudad, cedieron el edificio a la Inquisición. Más tarde, ya en el siglo XIX, el Alcázar es empleado como cárcel de la ciudad, y aún más tarde sería prisión militar. Desde la galería principal se entra al Salón de los Mosaicos, en cuyas paredes se exhiben mosaicos romanos, descubiertos en la plaza de la Corredera, y en él actualmente se celebran bodas civiles. Otro hallazgo es un sarcófago del siglo tercero. También cabe destacar de este monumento los magníficos jardines que se extienden en él.
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